Que suerte que Nel haya "desclasificado" estos archivos, que aportan un montón de luz a la cosa.
Pero la historia viene de dos entradas mas abajo.
domingo, 20 de junio de 2010
miércoles, 16 de junio de 2010
El parentezco entre Nel y el vino
lunes, 14 de junio de 2010
Volver, volver
sábado, 12 de junio de 2010
Balada española - video acción
"Uno de los grandes aportes de Nel al "mundo" del Arte, son sin duda sus video-acciones, en donde la crítica mordaz y el humor son parte sustancial de dichos trabajos."
(Le Monde Diplomatique 28/12/99)
Luther Blisseth
miércoles, 24 de marzo de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
ARQUITECTURAS SONORAS DE IMPLANTACIÓN PREVENTIVA
El arte moderno, aunque su modernidad ya sea anciana, parece estar casi siempre en el punto de mira de sus (muchos) detractores, que lo son público,profesores y críticos que le tachan de engañabobos, cuando menos. Y eso a pesar que desde, por ejemplo, los dadaístas hasta ahora mismo, han pasado futuristas, cubistas, surrealistas, Duchamp, Beuys, abstraccionistas, Klein, punk o Debord y su cuadrilla situacionista, entre otras propuestas de modernidad artística, y, quien más y quien menos, debiera haberse enterado que desde Velázquez o Goya ha llovido lo suyo y el arte también se ha “mojado” lo suyo y la Capilla Sixtina puede ser, y es, compatible, con la Gioconda bigotuda de Marcel Duchamp. Pero claro, es más cómodo ignorar y recurrir al “eso lo hace mi niña de dos años”, que al abrirse de sentidos y disfrutar del arte, sea moderno o no.
Recientemente, por si fuera poco lo que le cae encima, al arte moderno le achacan un pasado, no tan lejano además, de torturador en famosas “chekas” barcelonesas durante la Guerra Civil española (1936-1939 ), de hacerle caso a la crítica Victoria Combalia, que lo “denuncia” en su artículo “Arte moderno para torturar” (“El Pais”, Domingo 26 de enero de 2003, pág.36, La Cultura). Luis Buñuel, Kandinsky, Klee o la Bauhaus se habrían empleado a fondo contra los detenidos en las llamadas “celdas de colores” de las calles Saragossa y Vallmajor de Barcelona. Allí, y en otros lugares similares más, el surrealismo y la abstracción geométrica, entonces de moda, se habrían utilizado para torturar sicológicamente a las víctimas, ello, claro está, sin contar con la debida autorización de sus autores, que jamás habrían pensado en semejante uso de
sus lenguajes revolucionarios. Al parecer, las celdas eran decoradas con figuras de ilusión óptica, como dameros, espirales, cubos, círculos de colores, tramas y rejillas diversas, que hacían trizas los nervios de sus habitantes. Aún más cercano en el tiempo, y no menos escalofriante, es el empleo del arte, musical en este caso, contra los presos por parte de sus carceleros y torturadores, como sucedió, según explica una de sus víctimas, Marcia Scantlebury (actual
responsable del Museo de la Memoria de Chile) tras el golpe de estado del general Pinochet en algunos centros de detención y tortura chilenos. Cuenta Marcia que, en 1975, en cuatro álamos las bombardeaban a las prisioneras con canciones de …¡Julio Iglesias! y ¡Nino Bravo! Con la finalidad de acallar sus gritos de suplicio, mientras que ellas se defendían cantando “Palabras para Julia” (del poeta José Agustín Goytisolo).
Nel Amaro Fernández
Recientemente, por si fuera poco lo que le cae encima, al arte moderno le achacan un pasado, no tan lejano además, de torturador en famosas “chekas” barcelonesas durante la Guerra Civil española (1936-1939 ), de hacerle caso a la crítica Victoria Combalia, que lo “denuncia” en su artículo “Arte moderno para torturar” (“El Pais”, Domingo 26 de enero de 2003, pág.36, La Cultura). Luis Buñuel, Kandinsky, Klee o la Bauhaus se habrían empleado a fondo contra los detenidos en las llamadas “celdas de colores” de las calles Saragossa y Vallmajor de Barcelona. Allí, y en otros lugares similares más, el surrealismo y la abstracción geométrica, entonces de moda, se habrían utilizado para torturar sicológicamente a las víctimas, ello, claro está, sin contar con la debida autorización de sus autores, que jamás habrían pensado en semejante uso de
sus lenguajes revolucionarios. Al parecer, las celdas eran decoradas con figuras de ilusión óptica, como dameros, espirales, cubos, círculos de colores, tramas y rejillas diversas, que hacían trizas los nervios de sus habitantes. Aún más cercano en el tiempo, y no menos escalofriante, es el empleo del arte, musical en este caso, contra los presos por parte de sus carceleros y torturadores, como sucedió, según explica una de sus víctimas, Marcia Scantlebury (actual
responsable del Museo de la Memoria de Chile) tras el golpe de estado del general Pinochet en algunos centros de detención y tortura chilenos. Cuenta Marcia que, en 1975, en cuatro álamos las bombardeaban a las prisioneras con canciones de …¡Julio Iglesias! y ¡Nino Bravo! Con la finalidad de acallar sus gritos de suplicio, mientras que ellas se defendían cantando “Palabras para Julia” (del poeta José Agustín Goytisolo).
Nel Amaro Fernández
Una más, del alter Nel (video acción)
El Hombrecito de Play Mobíl sigue haciendo, o diciendo de las suyas, o ajenas, como se quiera.